sábado, 30 de enero de 2010

Montevideo

Montevideo los ojos vidriosos las plumas de un ser alado
que flotan sobre las negras aguas
una mano que dibuja en el aire la forma de la música
las flores que se elevan y consumen en el aire
un hombre que recorre lentos corredores con la llave que solo cierra
Montevideo las arañas amarillas y sus paseos nocturnos en la telaraña de la fiebre
la clarividencia de los condenados a muerte el escorpión de luz de las revelaciones
Montevideo las calles que exudan una permanente melancolía
el cielo incoloro los edificios gastados las playas de invierno
Montevideo un niño perdido las palabras que nunca escucharé
Montevideo la feria de Tristán Narvaja y los hombres que caminan en sentido contrario a las agujas del reloj buscando un libro un álbum de figuritas un juguete
(Sobre el negro río de los discos de vinilo vuelan los pájaros de la memoria)
Montevideo un viejo sentado en una esquina
y esa tristeza mas contagiosa que un bostezo
esa mirada de luces despellejadas
esa angustia tatuada en los huesos
hurgando en una grieta del aire
esperando
tal vez
desde allí
descienda
una lluvia
lenta
de mujeres azules
Montevideo la erosión irremediable un sedimento vaporoso
Montevideo la noche sin párpados
el aire frío en el rostro de un hombre que mira el mar

Pablo Dobrinin

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